Cada año, con la llegada del verano, cientos de autónomos y trabajadores en Mallorca siguen dejando para el último momento la presentación de la declaración de la renta. Algunos incluso la olvidan. Pero lo que muchos no saben —o prefieren ignorar— es que no presentar la renta o hacerlo fuera de plazo puede acarrear sanciones económicas que nada tienen que ver con el resultado de la declaración. Sí, incluso si te sale a devolver o a cero.
Esto no es una opinión, es la realidad que impone la normativa tributaria vigente. Y aunque a veces parezca que “Hacienda somos todos”, lo cierto es que cuando se trata de sancionar, la Administración no perdona ni el más mínimo descuido. Especialmente si estás obligado a presentar.
Declaraciones fuera de plazo: lo que parece leve, no lo es tanto
Una de las situaciones más absurdas, pero habituales, es la del contribuyente que se da cuenta tarde de que tenía que presentar su IRPF… y resulta que le salía a devolver. ¿Consecuencia? 100 euros de sanción si se presenta voluntariamente, y hasta 200 euros si Hacienda ya se ha dado cuenta antes que tú.
¿Y qué pasa si la declaración sale a pagar? Entonces la cosa se complica: el recargo mínimo es del 1%, pero puede llegar al 15% más intereses si pasan más de 12 meses. Y si te requiere Hacienda antes de presentar, las sanciones ya no son simples recargos: hablamos de multas que van del 50% al 150% del importe a ingresar.
Pequeños empresarios, grandes riesgos
Para los autónomos y pymes de Mallorca, estas sanciones pueden ser un golpe innecesario y evitable. En muchas ocasiones, no presentar la declaración a tiempo no es un acto de mala fe, sino una consecuencia del caos diario de gestionar un negocio sin el respaldo adecuado. Pero Hacienda no distingue entre descuido y ocultación: aplica la norma, sin matices.
Y es que cuando no se cumple con los plazos fiscales, las consecuencias son proporcionales a lo que se considera la gravedad de la infracción. Desde 100 euros por no declarar algo que te beneficia, hasta un 150% de recargo por un supuesto fraude. Todo por no actuar a tiempo.
Más vale prevenir que pagar
Como asesores fiscales, desde Consultax siempre hemos defendido una máxima: más vale declarar mal que no declarar. Porque, aunque un error se puede subsanar, una omisión se penaliza. Y si además hay intención de ocultar o se percibe fraude, la sanción se multiplica.
Tener un sistema de asesoramiento actualizado y comprometido con los plazos es una inversión en tranquilidad. Especialmente en el caso de las pequeñas empresas y negocios familiares, donde una sanción de varios cientos o miles de euros puede desestabilizar unas finanzas ajustadas.
El tiempo juega en contra
La Administración Tributaria dispone de cuatro años para actuar contra el contribuyente. En el caso del IRPF 2024, cuyo plazo de presentación expira el 30 de junio de 2025, Hacienda tiene hasta el 30 de junio de 2029 para revisar, reclamar y sancionar. Así que aunque no lo parezca, dejarlo pasar no significa que no pase nada.
Al contrario: cuanto más tiempo tardes, mayores serán los recargos, los intereses y las sanciones. Y más difícil será justificar el retraso.
En resumen
Si tienes dudas, consulta con tu asesoría. Si no tienes asesoría, búscala. Pero no te la juegues con algo tan sensible como tu relación con Hacienda. Porque en materia fiscal, lo que hoy parece un simple descuido, mañana puede convertirse en un problema serio.
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