Hacienda no duerme. Ni distingue entre autónomos y pymes. Si estás dado de alta como profesional por cuenta propia o gestionas una pequeña empresa, ya estás en su radar. Y no porque tengas algo que ocultar, sino porque el sistema está diseñado para detectar cualquier desviación, por pequeña que sea.
Aquí no venimos a asustarte, sino a contarte lo que muchos callan: los motivos reales y más frecuentes por los que Hacienda te puede crujir. Ya seas una persona que factura sola con su laptop o una pyme con cinco empleados y oficina compartida, esto te interesa (mucho).

🔍 El NIF Intracomunitario: La Puerta Giratoria que Gira Hacia Dentro
Pedir el NIF intracomunitario es legal, útil y necesario para operar con clientes o proveedores de otros países de la UE. Pero en el momento en que lo solicitas, activas automáticamente un radar.
Ya seas freelance que colabora con una agencia alemana o una pyme que compra materia prima en Italia, Hacienda te ficha. Porque muchos lo han usado para operaciones ficticias, sin IVA, y eso ha convertido este trámite en un disparador de alertas.
¿Cómo evitar líos?
Con pruebas. Todas. Facturas emitidas y recibidas, contratos, correos, acuerdos… Y si eres pyme, asegúrate de que tu departamento administrativo (o asesoría externa) lleva un archivo impecable.
💣 El Clásico: Pedir la Devolución del IVA y Que Salten Todas las Alarmas
Otro clásico. Si pides una devolución del IVA más elevada de lo normal, Hacienda no mira para otro lado. Compara con tu histórico, con tu sector y con tus vecinos de actividad. Y si cantas… te revisan.
Esto aplica tanto para autónomos como para pymes. Da igual si es por un trimestre flojo o por una inversión fuerte: si la devolución se sale de la media, te toca justificar cada céntimo.
¿La clave?
Orden. Claridad. Y mejor aún, un profesional que te diga si es conveniente pedir esa devolución ahora… o más adelante.
🧾 Gastos Deducibles: El Clásico «Vamos a Ver Qué Cuelga»
Tanto los autónomos como las pymes caen en esto. Deducir gastos es un derecho, sí. Pero también un riesgo si no se hace bien. ¿Un autónomo que deduce cenas en restaurantes top? Sospechoso. ¿Una pyme que mete en gastos el móvil del hijo del gerente? Peor.
Todo gasto deducible debe tener justificación directa con la actividad.
Y ojo con pasar de puntillas: Hacienda pide tickets, facturas, detalles. Y si no los tienes, ya no solo pierdes la deducción… también puede que pagues multa.
Ejemplo real: una pequeña agencia que dedujo hasta las clases de yoga del equipo. Resultado: inspección, sanción y varias semanas de papeleo. No compensa.
💸 Subvenciones: El Regalo Trampa que Muchos Olvidan Declarar
Autónomos, micropymes, empresas con menos de 10 empleados… da igual el tamaño: si recibes una subvención, tienes que declararla.
Y no siempre es intuitivo. Muchas ayudas públicas o europeas se declaran como ingreso. Otras están exentas. Pero si no lo tienes claro y no lo declaras… Hacienda lo verá. Tienen acceso a los datos que la administración cruzó contigo.
Solución sencilla:
Decláralo. Aunque no estés seguro. Siempre será mejor corregir una declaración que justificar una omisión.
📊 Descuadres en los Modelos: Cuando las Cifras No Encajan Ni a Golpes
Da igual si eres freelance o empresa con gestoría propia. Si tus modelos trimestrales no cuadran con los anuales, estás en el foco.
Error típico en pymes: la contabilidad lleva un ritmo diferente al fiscal. Lo que no se regulariza bien a final de año… canta.
Consejo claro:
Automatiza, unifica y no trabajes en silos. Que tu contabilidad, tu facturación y tus modelos hablen el mismo idioma.
⏰ Modelos No Presentados: Pequeño Desliz, Gran Problema
¿No presentaste el modelo 111? ¿Se te pasó el 130? ¿El 347 lo confundiste con el 390?
Esto no es menor. Da igual que seas tú mismo con tu ordenador o una empresa con cinco trabajadores: no presentar un modelo es motivo directo de inspección.
Y lo peor: lo que empieza con una sanción por olvido se convierte en una inspección más profunda por «posible omisión de información relevante».
Solución profesional:
Tener una asesoría que no solo presente por ti, sino que vigile plazos, errores, cuadraturas y modelos relacionados.
🎲 Inspecciones Aleatorias: Porque a Veces, Simplemente Te Toca
Aunque tengas todo perfecto. Aunque factures con transparencia suiza. Aunque seas el alumno modelo… puedes recibir una inspección al azar. Sin razón aparente. Así es el sistema.
Tanto autónomos como pymes están sujetos a esta lógica estadística. Se trata de mantener activo el «factor miedo» y garantizar que nadie baje la guardia.
¿Qué puedes hacer?
Nada. Solo tener todo ordenado. Que cuando te llegue la notificación, lo único que tengas que hacer sea buscar en tu carpeta, no en tu memoria.
✅ Conclusión Sin Rodeos: Hacienda No Improvisa
No importa si eres un diseñador freelance, un entrenador personal, una empresa familiar de logística o un taller mecánico de tres socios. Todos —todos— estáis en el punto de mira si incumplís uno de los patrones que el sistema fiscal vigila con lupa.
¿La solución?
No es tener miedo. Es tener método. Es tener ayuda profesional. Y sobre todo, es saber que hoy en día la improvisación fiscal es el camino más rápido hacia una inspección.
¿Eres pyme o autónomo y quieres dormir tranquilo?
🛡️ Rodéate de expertos.
🧾 Ten las cuentas claras.
🧠 Y nunca, nunca, dejes para mañana un modelo que vence hoy.
¿Quieres una revisión sin compromiso de tu situación fiscal actual? Habla con tu asesoría de confianza o busca una que entienda de pymes y autónomos. Porque cuando Hacienda llama, lo único peor que tener algo mal… es no saber qué es.