
Requisitos para la Deducibilidad de las Retribuciones de los Administradores
Administrador. En el caso de que un administrador de una Sociedad Limitada (SL) reciba retribuciones por desempeñar dicho cargo, es fundamental que los estatutos de la empresa establezcan explícitamente que el cargo de administrador sea retribuido para que estas retribuciones sean deducibles en el Impuesto sobre Sociedades.
¡Atención! Si los estatutos no contemplan esta retribución, Hacienda considera que el gasto es una liberalidad y, por tanto, no es deducible.
Complicaciones en las Retribuciones de los Directivos
Directivo. La situación se complica si el administrador también recibe retribuciones por ejercer funciones directivas. En este caso, Hacienda aplica dos teorías que pueden dificultar la deducción de estos gastos:
Teoría del vínculo. Según esta teoría, las funciones de administrador absorben las de gerencia. Por lo tanto, para que las retribuciones por funciones directivas sean deducibles, es necesario que los estatutos también indiquen que el cargo de administrador es retribuido.
Teoría del milímetro. Además, las remuneraciones deben cumplir con todos los requisitos legales, como poder ser determinadas con certeza y ser aprobadas cada año por la junta general.
¡Atención! Si estas condiciones no se cumplen, las retribuciones son consideradas contrarias al ordenamiento jurídico y no son deducibles.
Flexibilización del Tribunal Supremo
El Tribunal Supremo ha intervenido para flexibilizar la deducción de estos gastos [TS 27-06-2023 y 13-03-2024]:
Retribuciones del Cargo de Administrador. El Tribunal Supremo establece que las retribuciones deben estar previstas en los estatutos, debidamente contabilizadas y acreditadas.
¡Atención! No es necesario que sean aprobadas cada año por la junta general; basta con que los estatutos permitan deducir su cuantía, por ejemplo, estableciendo un máximo que proteja a los socios.
Retribuciones por Funciones Directivas. Para que estas retribuciones sean deducibles, basta con que estén contabilizadas, acreditadas y correlacionadas con la actividad empresarial y la obtención de ingresos.
¡Atención! Esto es válido incluso si el cargo de administrador es gratuito o si las retribuciones de los administradores no están determinadas según lo que establece la ley. La norma que impide deducir gastos contrarios al ordenamiento jurídico está reservada para casos graves (como sobornos), pero no incluye la falta de mención en los estatutos.
Conclusión
La decisión del Tribunal Supremo representa una flexibilización significativa en la deducción de las retribuciones de administradores y directivos. Esta nueva postura facilita que las empresas puedan deducir estos gastos siempre que estén debidamente contabilizados y correlacionados con la actividad empresarial, sin necesidad de cumplir con todas las formalidades previamente exigidas por Hacienda. Esta interpretación más laxa puede resultar beneficiosa para muchas empresas, ayudando a simplificar su gestión fiscal y administrativa.
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