¿Te equivocaste al hacer la renta? Así puedes corregirlo sin trámites eternos
Rectificar una declaración de la renta solía ser, hasta hace poco, un proceso largo y poco intuitivo. Las personas físicas y autónomos que detectaban errores en su declaración se veían obligados a presentar un escrito formal solicitando la rectificación y esperar la resolución de la Agencia Tributaria. Sin embargo, el reciente desarrollo normativo en torno a las autoliquidaciones rectificativas ha introducido un cambio sustancial que simplifica este trámite.

Una novedad con respaldo normativo
La Ley 13/2023, que modifica la Ley General Tributaria, ha consolidado la figura de la autoliquidación rectificativa, y ya se aplica al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Tal y como ha confirmado la Agencia Tributaria en sus notas informativas, desde la campaña de la Renta 2023 es posible subsanar errores simplemente presentando una nueva declaración —modelo 100— y marcando la casilla 127.
Este procedimiento permite modificar cualquier elemento de la autoliquidación anterior, desde bases imponibles hasta deducciones fiscales o retenciones aplicadas. Se trata de una herramienta más flexible, con plena validez legal y sin necesidad de iniciar un procedimiento de devolución de ingresos indebidos.
Casos prácticos y ventajas
El Consejo General de Economistas y medios especializados como Cinco Días o Expansión Jurídico han analizado ya diversos supuestos en los que esta vía resulta útil: rectificar rendimientos del trabajo mal declarados, añadir deducciones omitidas (por maternidad, familia numerosa, alquiler o donativos), o corregir imputaciones erróneas de ganancias patrimoniales.
Para las personas físicas y autónomos, esta posibilidad representa una mejora real. Permite actuar de forma proactiva ante un error y regularizar la situación sin esperas ni trámites adicionales. Elimina la incertidumbre y reduce significativamente los tiempos de respuesta.
Precauciones antes de usar esta herramienta
Eso sí, conviene tener en cuenta que una autoliquidación rectificativa no es una segunda oportunidad sin consecuencias. Si bien evita la presentación de escritos administrativos, debe ir acompañada de la documentación que justifique el cambio, y en ningún caso puede usarse para defraudar o eludir obligaciones tributarias.
Además, si el error detectado ha provocado una minoración indebida del ingreso a favor de Hacienda, será necesario ingresar la diferencia junto con los intereses correspondientes, sin perjuicio de que puedan exigirse recargos si ha pasado el plazo voluntario.
Por eso, el asesoramiento fiscal profesional sigue siendo clave: para evaluar si conviene rectificar, cómo hacerlo correctamente y con qué consecuencias.
Una Administración más moderna
En conjunto, la consolidación de las autoliquidaciones rectificativas representa un paso hacia una relación más transparente, rápida y eficaz entre contribuyentes y Administración. Es una señal de adaptación a los tiempos: donde antes había burocracia, ahora se ofrece agilidad.
Desde Consultax, celebramos este avance normativo y animamos a quienes hayan detectado errores en su declaración a informarse bien y, si procede, utilizar esta vía con el respaldo de un asesor de confianza.
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